Esta ha sido una de esas semanas bajo perfil vertiginosas. Transcurrió la mitad en días de descanso y la otra mitad en volver a la rutina. Retomar hábitos después de la gripe, el cumpleaños y un miércoles festivo es casi como un jetlag. Esta carta que te escribo me centra un poco de nuevo, pone cierto orden y me recuerda que es justo en ese movimiento de los días donde más se asoman las perlitas.
Me encontré con un microrelato hermoso de Eduardo Galeano, Un mar de fueguitos que me recordó esa idea a la que vuelvo constantemente para pensar en los seres humanos como una candela capaz de incendiar todo (para bien y para no también), de renacer todas las veces necesarias. Esa imagen me llena.
Me recuerda que cualquier cosa puede pasar, que hay una llama ardiendo, que mientras haya vida no se extingue. Que se adapta, se transforma y es capaz de avivarse cuando olvidamos lo que nos mantiene andando.
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.
Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.
Challengers
Fui al cine a ver la nueva película de Luca Guadagnino y debo confirmar que, en efecto, es todo lo sensual, emocionante y entretenido que esperábamos. Por aquí destronó a Match Point como película de tenis favorita.
Es sexi, tiene buen ritmo, actuaciones sólidas y un soundtrack de locurita. Estas cartas tienen poco más de un mes y ya me toca mencionar otra vez a Atticus Ross, la primera vez por el soundtrack de Shogun y ahora por la junta con Trent Reznor para esta cinta. Mi banda sonora preferida de este par sigue siendo la de The Social Network, pero esta le sigue de cerca.
Sin embargo, la mención musical especial que debo hacer es para esa escena en la que suena Pecado interpretada por Caetano Veloso. Hace dos cartas te hablé de los discos que me hicieron lo que soy y, sin duda, Fina Estampa pudo haber formado parte de ese soundtrack personal, mi papá estaba medio obsesionado con ese disco y cómo no, si está lleno de versiones bellísimas del repertorio musical latinoamericano.
Lo cierto es que en medio de esa sala, se me sacudió el cuerpo y algunos recuerdos dormidos, de ese modo inesperado y profundo que tiene la música para provocar saltos temporales. Sin importar lo metida que estuviera en la historia que estaba viendo en la pantalla, las primeras palabras a capella detonaron aquello que aunque a veces oculto, no se olvida.
The Greatest Hits
Otra sincronicidad de esta semana fue toparme con esta película romántica en la que la protagonista, al escuchar ciertas canciones, viaja en el tiempo al momento en que la escuchó por primera vez con su novio que ya no está. Con ayuda de la fantasía se hace más literal ese sentir de transportarse a cuenta de la música y las conexiones que hacemos a través de ella. No me cambió la vida pero la disfruté mucho.
Te confieso que tengo esta necesidad de escribir, documentar y registrar la vida porque hay muchas cosas que no quiero olvidar. La memoria es caprichosa y creativa, se toma libertades con la historia. Entonces, claro que me tranquiliza que haya cosas que el cuerpo no olvida, cuando suena esa canción, o llega cierto aroma o risa. Que aunque no sepamos siempre por qué sentimos así, lo importante es que sentimos (y recordamos) en alguna parte de nosotros.
🎬🎶👽 Las perlitas de esta semana son especiales porque conforman un patrón que descubrí siguiendo un prompt mundano. La consigna fue recordar escenas musicales dentro de películas y las que primero saltaron tenían algo en común: canciones de David Bowie. Estas son mis favoritas (hay muchas más), si no has visto alguna, por favor toma esta cordial invitación a hacerlo ahora mismo. Y: SPOILER ALERT.
📹 “Under Pressure” para Aftersun
Esta canción nunca fue tan devastadoramente hermosa, ni volví a escucharla igual después de ver esta masterpiece. Paul Mescal no me hagas esto. Oh sí. Gracias.
🚀“Space Oddity” para Troop Zero
Una de las escenas de talent show más tiernas, cómicas y wholesome del cine. Punto. “Zero is the number of infinity".
🎞️“Space Oddity” para The secret life of Walter Mitty
Otra vez, sí. Porque además es Kristen Wiig cantando.
Bonus: El baile de la victoria más agridulce de la última década: “Heroes” para Jojo Rabbit.
“Let everything happen to you
Beauty and terror
Just keep going
No feeling is final”.
- Rainer Maria Rilke
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Nos leemos la próxima semana.
Un abrazo,
Sofí.